“Como no tengo madre, vos no tenés abuela. Me estás dejando huérfano de nuevo, hijo, por puro amor”. Autora invitada: Cecilia Sorrentino escribe sobre nietos y abuelas.
Tu texto de introducción me llevo a la sensación que tuve un día cuando, leyendo un cuento, me tiré a llorar porque caí en cuenta que mis sobrinos no conocerían a mi papá... Construir recuerdos, por suerte, tiene muchos caminos. Ah, y mi padre, también se llamaba Edgar ❤️🩹
Ufff...cómo no emocionarme con el texto de Cecilia Sorrentino? A través de su lectura caí en la cuenta de que apenas unas semanas atrás fue la última vez que busqué a mi nieta menor en el jardín (fue inevitable que brotaran algunas lágrimas). Ella nació en Praga, la conocí cuando tenía 1 mes: mi hijo, el más grande de 4, con su esposa y la mayor -5 años mayor- vivieron en Europa 3 años, 1 en República Checa y 2 en Alemania; tiempos de videollamadas (previas a y también en pandemia) y esas conexiones que mencionás, para acercarnos el la lejanía. Después volvieron, yo hice mi segunda migración interna en Argentina, y ahora viven a 4 km de casa, lo que permite que todos los jueves me ocupe de buscarlas a ambas, hoy de 5 y 10 años, y traerlas a merendar en lo que se ha transformado en una suerte de ceremonia donde la pasamos muy bien y -porqué no decirlo- también me canso bastante. Siempre te leo Nacho, y te comparto con amigos, también con pacientes. Felices Fiestas y nos seguimos encontrando
Luis, me encanta esa imagen de una rutina semanal en la que pasás a buscarlas y meriendan juntos. Me gusta, supongo, porque de algún modo también me transporta a mi infancia, cuando pasaba mucho tiempo con mi abuela. En aquel momento no lo sabía pero estaba construyendo memorias que no solo me acompañan hasta hoy, sino que me fueron enseñando y mostrando cosas que sigo aún sigo descubriendo. Así que brindo por esos momentos que estás viviendo.
Muchas gracias, de corazón, por leer y compartirlo.
Tu texto de introducción me llevo a la sensación que tuve un día cuando, leyendo un cuento, me tiré a llorar porque caí en cuenta que mis sobrinos no conocerían a mi papá... Construir recuerdos, por suerte, tiene muchos caminos. Ah, y mi padre, también se llamaba Edgar ❤️🩹
Esos sacudones pueden avivarnos de que hay recuerdos o más bien memorias que tenemos que crearlas de una manera activa! ☺️ Edgar 🧡
Es tal cual. El libro se llama "Es así", de Paloma Valdivia. Un cuento hermoso. Se lo regalé a mí sobrina en su primer cumple... Creando recuerdos.
Lo voy a buscar, ¡gracias! :)
Ufff...cómo no emocionarme con el texto de Cecilia Sorrentino? A través de su lectura caí en la cuenta de que apenas unas semanas atrás fue la última vez que busqué a mi nieta menor en el jardín (fue inevitable que brotaran algunas lágrimas). Ella nació en Praga, la conocí cuando tenía 1 mes: mi hijo, el más grande de 4, con su esposa y la mayor -5 años mayor- vivieron en Europa 3 años, 1 en República Checa y 2 en Alemania; tiempos de videollamadas (previas a y también en pandemia) y esas conexiones que mencionás, para acercarnos el la lejanía. Después volvieron, yo hice mi segunda migración interna en Argentina, y ahora viven a 4 km de casa, lo que permite que todos los jueves me ocupe de buscarlas a ambas, hoy de 5 y 10 años, y traerlas a merendar en lo que se ha transformado en una suerte de ceremonia donde la pasamos muy bien y -porqué no decirlo- también me canso bastante. Siempre te leo Nacho, y te comparto con amigos, también con pacientes. Felices Fiestas y nos seguimos encontrando
Luis, me encanta esa imagen de una rutina semanal en la que pasás a buscarlas y meriendan juntos. Me gusta, supongo, porque de algún modo también me transporta a mi infancia, cuando pasaba mucho tiempo con mi abuela. En aquel momento no lo sabía pero estaba construyendo memorias que no solo me acompañan hasta hoy, sino que me fueron enseñando y mostrando cosas que sigo aún sigo descubriendo. Así que brindo por esos momentos que estás viviendo.
Muchas gracias, de corazón, por leer y compartirlo.
Seguimos conversando en 2025, ¡feliz año!
Un abrazo,
Igualmente! Feliz 2025 (que allí llegará antes...)