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Avatar de Nicole

Tu texto de introducción me llevo a la sensación que tuve un día cuando, leyendo un cuento, me tiré a llorar porque caí en cuenta que mis sobrinos no conocerían a mi papá... Construir recuerdos, por suerte, tiene muchos caminos. Ah, y mi padre, también se llamaba Edgar ❤️‍🩹

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Avatar de Luis

Ufff...cómo no emocionarme con el texto de Cecilia Sorrentino? A través de su lectura caí en la cuenta de que apenas unas semanas atrás fue la última vez que busqué a mi nieta menor en el jardín (fue inevitable que brotaran algunas lágrimas). Ella nació en Praga, la conocí cuando tenía 1 mes: mi hijo, el más grande de 4, con su esposa y la mayor -5 años mayor- vivieron en Europa 3 años, 1 en República Checa y 2 en Alemania; tiempos de videollamadas (previas a y también en pandemia) y esas conexiones que mencionás, para acercarnos el la lejanía. Después volvieron, yo hice mi segunda migración interna en Argentina, y ahora viven a 4 km de casa, lo que permite que todos los jueves me ocupe de buscarlas a ambas, hoy de 5 y 10 años, y traerlas a merendar en lo que se ha transformado en una suerte de ceremonia donde la pasamos muy bien y -porqué no decirlo- también me canso bastante. Siempre te leo Nacho, y te comparto con amigos, también con pacientes. Felices Fiestas y nos seguimos encontrando

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