La fragilidad de ser padre
Con motivo del día del padre, me entrevistaron para un podcast y acá lo comparto.
¡Hola! Quería contarte que a raíz del día del padre, que fue celebrado el mes pasado en muchos países del mundo, en el podcast de Oreja Peluda me entrevistaron para hablar sobre paternidades. Se puede escuchar también en Spotify y Apple Podcasts.
Junto con Matías Criado, psicólogo argentino y coordinador de Paternando, y Carolina Díaz Vélez, abogada ecuatoriana especialista en Derecho Laboral, reflexionamos acerca del mundo de la paternidad. Hablamos sobre cómo nuestros padres, y los padres de nuestros padres, han ejercido sus paternidades; sobre las licencias de paternidad y, también, sobre nuestras experiencias, aprendizajes, miedos y dificultades como padres.
Además de lo que todos contamos en el podcast, quería compartir comentarios que no aparecen -sí, a veces hablo demasiado 🤷♂️- pero que formaron parte de lo que fui pensando en la entrevista con Daniel Pérez, un gran anfitrión en la conducción del podcast. Acá va:
¿Qué sentí al convertirme en padre? En el parto, en medio de una emoción impresionante y asombrado como nunca antes, sentí que toda la vida me habían ocultado algo maravilloso. ¿Cómo podría ser que no supiera nada de eso? Luego me di cuenta de que era algo que entre los hombres generalmente no hablamos, más allá que hacerlo de un modo superficial (que si te desmayaste, que si había sangre, y ya está). O sea, que lo afrontamos como solemos hacer con aquellas emociones que son vistas como femeninas: evadiendo o ignorando.
La paternidad se convirtió en una crisis de mi masculinidad. A los siete meses de Lorenzo dejé de trabajar porque mi pareja tuvo una buena oportunidad laboral y naturalmente decidimos que lo mejor era que yo me ocupara de nuestro hijo y de la casa. Enseguida empezaron las incomodidades y descubrimientos. Por ejemplo, no importaba en qué país estuviera, nunca había un baño para varones con cambiador para bebés. Dado que no iba a entrar al baño de mujeres, cambiaba a Lorenzo en medio de la calle o donde sea que estuviera; y lo hacía casi como una provocación, como esperando que me vinieran a reclamar.
También empecé a preguntarme qué es ser un hombre si no trabajo. Fue duro porque llevaba más de veinte años trabajando sin parar y sin depender económicamente de nadie. Soy un hombre blanco, hétero cis, de clase media, nacido y criado en Buenos Aires, y con educación formal, pero ocupo el rol opuesto al esperado. Es decir, soy un mantenido por su pareja y no un macho proveedor. Trabajo en el tiempo libre pero estuve y aún estoy incómodo en el lugar de varón mantenido por su mujer.
¿Cómo sería una paternidad más saludable? Lo veo como un camino en el que todos los días hay que hacerse preguntas y replanteos. Aceptar que nos vamos a equivocar mucho. Si aceptamos nuestra vulnerabilidad y no lo vemos como sinónimo de debilidad, tenemos un horizonte para una paternidad más saludable sin sufrir esa castración emocional que nos desconecta de los otros y de nosotros mismos. Por los avances y el enorme empuje del feminismo, creo que este es un buen momento para buscar y proponer cambios en las masculinidades, estando siempre atento a no sobrevalorar los pequeños pasos que vamos dando. Si llevo a mi hijo al médico no soy un héroe, estoy cumpliendo el rol de padre en una pareja donde, respetando los deseos individuales, lo más justo es el reparto real de las cargas, incluyendo las invisibles.
¿Como fue mi experiencia como hijo? Soy el menor de siete hermanos. Pasé por distintas etapas con mis padres pero lo más importante es que fue una relación de amor y entrega total. Mirando hacia atrás veo limitaciones y carencias. Eran austeros emocionalmente. Pero contextualizo sus historias -quiénes fueron, de dónde venían- y me quedo con el enorme corazón de ambos, apoyándome a su modo y dándome libertad para crecer y hacer mi camino. Y esto mismo me gustaría lograr con Lorenzo.
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Muchas gracias por haber llegado hasta acá (¿te pareció muy largo o estuvo bien?). A veces creo que es casi un milagro que alguien se pueda concentrar para leer con tanto ruido. Si algo de lo que leíste te quedó resonando, me encantaría recibir comentarios. Podés responder este mail o escribir en la sección comentarios.
Nos vemos en la próxima :)
Nacho
👏🏼👏🏼👏🏼
Excelente espacio para seguir haciéndonos preguntas sobre la paternidad y nuestra masculinidad aún cuando no encontremos las respuestas.